De primera plana.



En Mallorca existe un pequeño pueblecito llamado Costitx, muy famoso porque alberga un extraordinario Observatorio Astrológico de fama mundial, y porque es el pueblo de María Antonia Munar, la Presidenta del Consell Insular de Mallorca, que fue elegida alcaldesa con tan sólo 24 años.

Hace unos días se convocó un concurso en el que los participantes debían engalanar las calles inspirándose en el nombre de las mismas. Durante meses se prepararon para que su calle fuera la ganadora, y se espiaban unos a otros para saber qué hacían y cómo podían ser los más originales. Así, la calle del Rey Jaime I el Conquistador iba de ese tema, la calle Luna parecía un planetarium, con estrellas por doquier y la hermosa luna, y de ese modo el día del concurso el pueblo parecía un cuento de hadas, no, un montón de cuentos de hadas, te paseabas por sus calles pasando de un cuento a otro, fue maravilloso.

El premio se falló, ganó una de las calles aunque la cosa fue muy reñida, y hoy... mirad lo que son las cosas, los ganadores del premio en metálico decidieron que en realidad todo el pueblo se merecía el premio, y se lo han gastado invitando a todo el mundo a una cena, y no una cena cualquiera!!!

Ha sido increíble ver esa hermandad, ese buen rollo, y sin embargo esa competitividad sana por ser los mejores y los más imaginativos.

En verdad, todo el pueblo ha ganado, pero no han ganado dinero, ni una cena, no: se han ganado esa hermandad, ese cariño, esa fuerza que "hace pueblo".

Estas personas deberían ser un ejemplo para todos. Yo he ido como reportera, y aunque no es una noticia de primera plana (jamás el director de un periódico lo consideraría así), para mí el espíritu que ha reinado esta noche en Costitx es de primerísima plana.

Y os preguntaréis qué tiene que ver eso con este blog y vuestros comentarios: pues mucho. Porque lo que estamos creando entre todos nosotros, pequeñas gotas de agua en un océano a veces tempestuoso, tal vez no sea de primera plana, pero DEBERÍA SERLO.

Os juro que ahora mismo os estoy abrazando a todos, y me siento muy fuerte, tan fuerte como para decirlo en voz bien alta aunque sé que algunos tratarán de hacer leña de esto, y tal vez se atrevan a intentar ridiculizarnos por ello. Pero creedme: nosotros somos más, y más fuertes.